Epicentro

El epicentro es el punto interior de la Tierra desde el que se originan los terremotos, si trasladamos esta definición a las personas podemos decir que el epicentro personal es el punto interno de reflexión que origina cambios en nuestra vida.

Los cambios y la toma de decisiones que los generan son inevitables, por lo que tanto de forma consciente, como de manera muy inconsciente vamos diseñando el curso del camino por el que transcurrimos para llegar a destinos unas veces deseados y otras totalmente inesperados.

Si bien es cierto que somos plenamente responsables de la dirección que guía nuestra vida, es también inevitable que en muchas ocasiones nos dejemos llevar por la corriente, que más nos influye en ese momento, y para cuando queremos darnos cuenta nos encontramos totalmente perdidos y lejos de la meta que inicialmente nos habíamos marcado.

La principal razón por la que perdemos el rumbo y nos dejamos llevar es porque los principios y valores que definen nuestro camino quedan en segundo plano o desaparecen de nuestro enfoque y para volver a tenerlos presentes tenemos que regresar al punto central en el que se originaron, a nuestro epicentro.

Regresar a ese punto de origen desde el que nos marcamos unos objetivos y metas, unos planes y proyectos alineados con nuestros valores es fundamental y necesario para reconducir nuestra vida y una vez que lo hayamos conseguido debemos ser conscientes de que esto no es definitivo, ya que cada cierto tiempo es importante regresar para cuestionar y valorar si vamos en la dirección correcta o hay algo que queremos modificar.

Lo cual lejos de verse como un retroceso debe entenderse como parte de un proceso que nos sirve para recordar nuestra visión principal y evitar que caigamos en la monotonía y la rutina que por mucho que nos pueda molestar, nos cuesta tanto abandonar.