Nuevos Rumbos
- Delia Morales Ortega
- 24 abr 2019
- 2 Min. de lectura

Cuando llevamos mucho tiempo avanzando por el mismo camino este se nos hace cómodo y seguro lo cual nos da confianza y tranquilidad porque ya conocemos la tierra que pisamos.
Puede suceder que en ocasiones tanta estabilidad se haga monótona y busquemos caminos que nos hagan el paseo más entretenido pero sin salirnos del área que nos resulta familiar.
Es importante que nosotros mismos hayamos elegido ese camino de manera consciente y consecuente en base a los destinos que pretendemos alcanzar y así sin prisa pero sin pausa nos proponemos seguirlo hasta el final.
A pesar de ello, puede ser que nuestra elección no sea la óptima y por esto la vida se encargue de mostrarnos nuevas rutas las cuales no habíamos considerado y que suponen cambiar de dirección y empezar un nuevo recorrido.
De esta manera las circunstancias se tornan en contra de lo que teníamos planeado y nos parecía seguro, y a favor de la nueva alternativa que si bien se presenta incierta nos ofrece algo que necesitamos para continuar.
Es en estas situaciones cuando nos tenemos que detener a valorar si merece la pena tomarla para descubrir cuanto nos puede mostrar o dejarla pasar y seguir, aunque de forma más lenta, avanzando en nuestra comodidad.
Y es que no es posible saber de antemano lo que nos espera si elegimos la nueva opción y todo lo que imaginemos son solo suposiciones puesto que vamos a tener que embarcarnos en la misma sin dilaciones para conocer cuánto nos puede aportar.
En definitiva, la vida consiste en perderse y encontrarse continuamente por lo que no debemos tener miedo a tomar nuevos rumbos que nos llevarán a conocer esas cosas increíbles que a pesar de formar parte de nosotros nunca vamos a descubrir si por el mismo camino siempre decidimos seguir.
Comentarios