¡Luces, cámara y acción!
- Delia Morales Ortega
- 6 dic 2015
- 2 Min. de lectura

Imagina que cada etapa de tu vida es una película, de la cual no solo eres el protagonista, sino también el director y el guionista.
Esto exige compromiso y responsabilidades pero también muchos privilegios y satisfacciones por lo que lejos de sentirte desbordado debes considerarte afortunado y asumir el control para no delegar tus funciones a otros.
Lo cual no quiere decir que tengas que hacer y evaluar todo por ti mismo, claro está que necesitarás ayudantes y consejeros pero no debes dejar que estos influencien tu trabajo con sus opiniones y experiencias.
Tu película es única y peculiar porque contiene escenas de todos los géneros cinematográficos, habrá momentos de acción, de terror, comedias, dramas, románticas, situaciones surrealistas y otras basadas en hechos muy reales.
Y es por esto que va a despertar un gran interés en los críticos expertos quienes la van a comentar una y otra vez, pero solo tú conoces el verdadero significado de cada escena y lo que esta representa, por ello debes aceptar esos comentarios como simples interpretaciones subjetivas que si bien pueden servirte para mejorar tus próximas producciones, no deben hacerte dudar de tu calidad como profesional.
Además de los críticos, tu película se expone a la opinión del público general que va a ser quien de alguna forma te guie, porque aunque intentes crear algo distinto y personal siempre va a estar condicionado por la aceptación de tus espectadores.
En definitiva, de cada película vas a obtener aprendizajes que te ayudarán a elegir mejor los escenarios y los personajes que formarán parte de las siguientes para que cada una de ellas sea más exitosa y premiada que la anterior.
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