Inseparables
- Delia Morales Ortega
- 11 oct 2015
- 2 Min. de lectura

Fiel acompañante, elemento necesario y complemento imprescindible en nuestra vida.
Está presente desde el comienzo hasta el final de cada día, a veces, incluso durante la noche, para volver a despertarnos a la mañana siguiente, y así, sucesivamente.
Balanza que nos aporta equilibrio emocional, pues unas veces nos relaja y tranquiliza y otras muchas nos anima y motiva.
Nos entretiene, nos divierte, nos emociona, nos hace reflexionar sobre infinitos temas pero también nos ayuda a no pensar para dejarnos llevar y bailar hasta que nuestras piernas no nos sostienen.
Melodía que marca el ritmo de nuestra vida, la cual nos conecta con otros, pero sobre todo nos lleva a conectar con nosotros mismos.
Nos atrapa, se cuela dentro y conquista todos nuestros sentidos, ejerciendo una especie de fuerza dominante, tan sana como natural.
Ya sea por profesión o por simple afición no hay persona que se resista a su encanto, pues su variedad es tan amplia que consigue llegar a cada uno de nosotros.
Nos cuenta historias de amor, de desamor, historias de situaciones cotidianas como la vida misma, pero solo lo hace si nosotros queremos escucharlas.
A pesar de su antigüedad no pasa de moda, se actualiza, se renueva y se adapta a los tiempos para ser la mejor terapia que cura todos los males.
Forma parte de todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida y la completa, le da sentido, la llena de armonía con sus infinitos estilos.
Y es que no hay una fiesta a la que no asista, un evento que no amenice, un oído que no despierte, unos pies que no levante del suelo o un alma que no toque.
Comments