Papel y tinta

Cuántas veces nos han “obligado” a leerlos y estudiarlos en el colegio. Para algunos esto suponía una tortura, para otros no tanto, aunque el hecho de que alguien nos impusiera qué teníamos que leer muchas veces impedía que apreciásemos los tesoros de papel y tinta que llegaban a nuestras manos.

Si bien, cuando llega el momento de poder elegirlos y seleccionar aquello que queremos leer, esta actividad se convierte en algo tan necesario que la incorporamos a nuestras vidas sin que nos suponga esfuerzo alguno.

Con los libros reímos, lloramos, nos sentimos identificados, unas veces nos quedamos dormidos y otras nos roban el sueño.

Un libro es mucho más que la recopilación de una historia que alguien ha escrito y comparte con el mundo, pues la misma historia puede ser interpretada de mil formas diferentes por los infinitos lectores que la leen y también la misma historia leída por la misma persona en diferentes momentos de su vida puede tener un sentido totalmente distinto.

Es una forma de evadirse de la realidad para viajar a otros mundos imaginarios a la vez que nos hace experimentar situaciones ficticias como si estas se produjesen realmente. También es una forma de olvidarnos por un momento de nuestras preocupaciones por estar totalmente inmersos en la vida de otros.

Un libro es un compañero de viaje, un buen consejero y una fuente de inspiración. Es encontrar nuestra historia grabada en papel. Es la representación escrita de las palabras que necesitamos que alguien nos diga. Es dedicarse tiempo a uno mismo. Es descubrir, conocer y aprender.

Es un regalo al que no todos tienen alcance y no todos lo que lo tienen a su alcance saben valorarlo.