Admiración

Desde pequeños sentimos admiración por héroes valientes y poderosos que son capaces de hacer lo imposible, por personajes famosos y atractivos que nos conquistan y cautivan con sus talentos. También nos encanta admirar a esas personas que en su día marcaron la diferencia, dejaron huella y pasaron a la historia para ser recordados y conmemorados eternamente.

Esto es algo que nos pasa a todos, tener referentes e ideales a los que seguir, con los que compararnos para intentar ser como ellos o al menos parecidos. De los que adoptar comportamientos, estilos de vida, … , y quién sabe si algún día ser nosotros los admirados por otros.

Sin embargo, con el paso del tiempo, te das cuenta de que esa admiración también se puede sentir por personas que están más cerca, que viven en tu mismo tiempo y con las que compartes tu día a día, por lo que puedes mirarles de frente para decirles cuanto te aportan.

Son personas que te inspiran, que te hacen querer ser mejor, que te contagian su energía y su ejemplo te sirve de motor para emprender algo nuevo. Son personas normales, sin retoques ni añadidos, que viven su vida de la mejor forma que pueden, con las que compartes momentos cotidianos pero que hacen que estos sean especiales.

Son todos esos que hace no muchos años sobrevivieron a guerras y hambres, desafiaron las peores batallas, y a pesar de ello nunca perdieron la alegría, los que han sufrido transiciones y cambios de épocas y por ello pueden comparar el antes y el ahora, para valorar mejor todo lo que tienen, los que a pesar de los golpes de la vida se hacen más fuertes y deciden plantarle cara sin que nada les agache.

Y en los tiempos que corren, son los que se atreven a atravesar océanos y cruzar continentes persiguiendo un sueño, aquellos capaces de dejarlo todo para emprender lo que realmente les hace felices aunque los tachen de locos, son los que tienen ilusiones y ambiciones y creen en ellas a pesar de las limitaciones, hasta que consiguen hacerlas realidad y así convencer a los demás de que si se quiere se puede.

Aquellos que, sin ser conscientes de ello, te transmiten las mejores vibraciones con una simple conversación haciéndote sentir realmente bien. Son aquellos que no buscas, sino, que simplemente aparecen en tu vida, por casualidad, sin esperarlo, y le dan otro color a todo cuanto te rodea.

Porque aunque sus vidas y experiencias no queden recogidas en libros para pasar a la posteridad, son personas para las que lo realmente importante es aprovechar su vida al máximo, y así, contagian a los demás, dejando huella en aquellos con los que se cruzan en su camino, ya que no es tan importante la cantidad de personas a las que puedas afectar como la calidad de la influencia que ejerzas en ellas.